Citomegalovirus
El CITOMEGALOVIRUS (CMV) es la causa más común de las infecciones que amenazan los ojos y una de las causas más frecuentes de muertes en personas con VIH.
El CMV pertenece a la familia del virus del herpes. Es, una enfermedad de transmisión sexual que también es transmisible de madre a hijo a través de transfusiones sanguíneas, por contacto estrecho entre niños pequeños en guarderías o por trasplante de órganos. La incidencia de la infección aumenta con la edad y casi la mitad de la población adulta en los países desarrollados está infectada por el virus.
Aumenta en proporción a la disminución del recuento de las células CD4. Se cree que la enfermedad por el CMV es causada por la reactivación del virus inactivo en las personas con un sistema inmunológico deprimido. Las infecciones por el CMV no causan enfermedades graves ni amenazan la vida, a menos que el sistema inmunológico esté gravemente deprimido. La infección primaria por el CMV se extiende desde el lugar de la infección (piel o membranas mucosas), donde se produce la replicación local, hasta el compartimiento vascular (neutrófilos y leucocitos mononucleares) y, a partir de éste, puede infectar a casi todos los órganos, principalmente las células epiteliales. Aunque la infección primaria generalmente no produce síntomas (como máximo un síndrome leve similar al de la mononucleosis por el virus de Epstein-Barr en personas sanas) el CMV entra en un estado de latencia que puede reactivarse y causar enfermedades graves en pacientes inmunologicamente deprimidos.
Enfermedades ocasionadas por CMV
RETINITIS por CMV en las personas con VIH, el CMV infecta más a los ojos en forma de RETINITIS (inflamación de la retina). La retinitis se caracteriza por la pérdida de la agudeza visual o por puntos ciegos en los ojos y, si no se trata, puede producir CEGUERA.
La RETINITIS es la manifestación más frecuente de la enfermedad por el CMV en los pacientes con sida y representa el 85% de los casos en estos pacientes. Como resultado del bajo recuento de células CD4, los pacientes infectados por CMV están sujetos a una exposición prolongada a valores elevados de viremia del CMV que se relaciona con un mayor riesgo de presentar la enfermedad. La incidencia de retinitis por CMV ha disminuido drásticamente tras la introducción del TARGA (tratamiento antirretroviral de gran actividad), lo que ha puesto de manifiesto la importancia de la función inmunitaria en el desarrollo de la enfermedad.
La retinitis por CMV sigue siendo motivo de preocupación, ya que algunos pacientes responden mal al tratamiento antirretroviral, o responden inicialmente bien al TARGA para desarrollar resistencias posteriormente. En otros casos, el aumento del recuento de CD4 y la disminución de la carga viral de VIH no proporcionaron una respuesta completa frente a la retinitis por CMV.
Colitis por CMV La colitis es una inflamación del colon y también se asocia al CMV. Produce diarrea, pérdida de peso, pérdida del apetito y fiebre. El CMV en el colon es muy difícil de diagnosticar y requiere, como mínimo, de cuatro a seis semanas para demostrar que es la causa de la colitis y no otras posibles infecciones.
Los síntomas incluyen diarrea, pérdida de peso, pérdida del apetito, dolor de estómago o de pecho, sangre en las heces y fiebre. Estos síntomas son comunes en muchas diferentes afecciones en la enfermedad del VIH, lo que hace muy difícil identificar si se deben al CMV o a otros trastornos del tracto intestinal. Puede tardar varias semanas para mostrar que el CMV es la causa y no otras infecciones tales como hongos, bacterias, parásitos y otros virus. El CMV también puede afectar el sistema digestivo superior incluyendo el estómago y el intestino delgado, lo que se denomina gastritis por CMV.
Encefalitis y poliradiculopatía por CMVEn la Encefalitis los síntomas incluyen mareos, dolores de cabeza, convulsiones, cambios en la personalidad y problemas del sistema nervioso. La muerte puede ocurrir en semanas o meses. También puede infectar el cerebro y el sistema nervioso por medio de una encefalitis o inflamación cerebral. Poliradiculopatía o inflamación de los nervios: Los síntomas incluyen entumecimiento, dolor y hormigueo en las piernas, los pies, los brazos y las manos, y pérdida de control de los músculos, la vejiga y los intestinos. Todos estos síntomas se parecen a los de otras infecciones oportunistas, de manera que debido a esto el CMV puede ser pasado por alto.
Enfermedad en la garganta:
La esofagitis por CMV afecta la garganta. Puede llevar a dificultad para tragar, dolor de pecho, fiebre, aftas bucales e hipo.
Enfermedad en recién nacidos:
El CMV congénito es la infección más común en los recién nacidos. Cerca de 1 en 10 bebés nacidos con CMV congénito tienen síntomas como sarpullidos, peso bajo al nacer, cabeza pequeña, ictericia (color amarillo en la piel y los ojos) y bazo e hígado crecidos. A los recién nacidos en riesgo de CMV con¬génito se les debe hacer la prueba para detectarlo dentro de las 3 primeras semanas del nacimiento. Ver la sección “Inquietudes sobre los niños” para más información.