Mujeres embarazadas y niños

 

Mujeres embarazadas

Si usted está embarazada o planea estarlo, una prueba de CMV puede ayudarle a saber qué tan cuidadosa tiene que ser para prevenir la infección del CMV. Si la prueba resulta positiva, quiere decir que usted ya tiene el CMV y hay pocas posibilidades de que el bebé que aún no ha nacido sea afectado por el CMV a no ser que la infección haya ocurrido unos pocos meses antes de su embarazo. Si la prueba resulta negativa, la mejor manera de proteger del CMV al bebé es adoptando una buena higiene antes de y durante el embarazo.

Si su médico determina que usted ha tenido una nueva infección del CMV durante el embarazo, esto no quiere decir que su bebé que está por nacer está infectado. En muchos casos, usted puede estar infectada con el CMV sin contagiar al bebé. La única manera de saberlo es haciéndole la prueba al recién nacido dentro de la 3 primeras semanas después del nacimiento.

Los científicos están investigando otras maneras de prevenir al CMV congénito. Actualmente, no existen tratamientos para las mujeres embarazadas cuyos bebés puedan estar infectados con el CMV. Los medicamentos actuales utilizados para tratar el CMV tienen efectos secundarios graves y no están aprobados para el uso en mujeres embarazadas.


Niños

La principal razón para tratar de prevenir el CMV congénito es para prevenir el tipo de discapacidades que pueden ocurrir después del nacimiento o durante el tiempo de vida del niño. Aunque la mayoría de los bebés nacidos con CMV congénito se desarrollan y crecen con una salud normal, otros que presentan síntomas al nacer tienen mayores probabilidades de tener discapacidades y que sus síntomas empeoren.

Algunos síntomas pueden estar presentes en el nacimiento, mientras que otros aparecen meses o años más tarde. Algunos síntomas pueden desaparecer mientras que otros pueden ser permanentes. Estos síntomas y discapacidades pueden incluir pérdida de la audición y la visión, discapacidad mental, y problemas del hígado y el bazo, entre otros. Si se encuentra que un recién nacido tiene CMV congénito, se aconseja hacerle chequeos regulares tanto de su visión como de su audición.

Un recién nacido tiene CMV congénito si el virus puede encontrarse en su orina, saliva o sangre dentro de las 3 primeras semanas después del nacimiento. El CMV congénito no puede ser diagnosticado si al bebé se le hace la prueba después de 3 semanas del nacimiento, ya que en ese momento puede haberse infectado después de haber nacido. Los bebés infectados después del nacimiento no están en riesgo de discapacidades.